¿Para cuándo?

Lleva muchos años sobrevolando el Congreso de los Diputados como buitres sobre la carroña, pero nunca se deciden a coger el toro por los cuernos. Cuando salta la noticia, entonces es cuando todos nuestros políticos empiezan a hablar y a soltar gilipolleces sin sentido. Que si ahora lo indultamos, que si esto debería de estar legislado hace tiempo, que si es un asesinato, etc, etc. 

Les hablo queridos blogueros de la eutanasia, que en su definición más simplona se puede decir que es el acto de provocar intencionadamente la muerte de una persona que padece una enfermedad incurable para evitar que sufra. ¿Es por esta definición por lo que es tan difícil legislar sobre este tema?. Puede ser que sí, pero la verdad que en ninguna legislatura se ha intentado hacerlo. 

Este tema ha sido otra vez noticia, porque la semana pasada, Ángel Hernández fue detenido por haber suministrado a su mujer una sustancia letal, supuestamente para ayudarla a morir. ¿Es lícito?, creo que sí, pero en ciertas circunstancias. 

La definición de eutanasia es muy amplia y se puede extrapolar a cualquier cosa, y máxime cuando la maldad humana no tiene fin, vamos que es infinita. En ajustes de cuentas entre bandas, sería impensable legislar este tipo de ley, aunque se ayude a quitarle la vida a alguien (está dentro de la definición), pero cuando se tiene un familiar, al cual ves sufrir, el cual necesita ayuda las 24H del día, al cual el gobierno de turno no le da ni un euro de ayuda, el cual ve (eso sí lo puede hacer) como los de su alrededor sufren por su enfermedad incurable, los cuales no tienen vida por cuidar a ese familiar, pues aquí la definición de eutanasia viene al pelo y es justa y necesaria para quién quiera morir. 

Pero estos políticos que tenemos la mala suerte de tener y de mantener, se la cogen con papel de fumar sobre este asunto tan delicado y tan necesario. No puede haber una ley que incite a matar o a quitar la vida de otro por mucho que sufra y menos aún si este es un familiar o un médico, porque sería asesinato, pero se podía legislar en el modo de dejar por escrito como se quiere morir (ya creo que hay un testamento de vida), y cuando se llegue a esta desgracia, pues que se aplique y se acabó, siempre y cuando varios facultativos hayan indicado que la enfermedad que se padece no tenga cura o sea incurable y que acarreara sufrimiento al paciente. 

Pero para hacer eso, hay que sentarse de una vez y coger al toro por los cuernos. Cabe recordar que el suicidio en los institutos y colegios supera con creces al de la eutanasia, y nadie hace nada al respecto para evitarlo, ni nadie plantea una ley sobre este tema, y para colmo, el mismo día que se conoció la noticia de esta eutanasia, un joven estudiante se suicidó en un instituto por no poder aguantar la situación de bulling al que estaba sometido, y de eso nadie dice nada. 

Morir cuando se está gravemente enfermo, debería de ser una libre elección, lo mismo que suicidarse, porque al fin y al cabo es lo mismo, pero es la ayuda de una y la no ayuda de otra, la que lo diferencian. ¿Para cuándo una ley de verdad?. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo. 

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