Leo en un periódico digital una de esas noticias que te dejan pasao, una noticia que cualquiera que la lea diría que es una broma de mal gusto. Pero ríen de ríen es tan cierta como que yo estoy escribiendo esto ahora mismo. Mas o menos la noticia en cuestión dice lo siguiente: “EL OBISPO DE CÁDIZ Y CEUTA, PIDE QUE EL 10% DE LOS SUELDOS LA GENTE LO DONE A CARITAS”, hombre si lo hubiese contado Gila, incluso sería hasta gracioso, pero el que lo ha dicho es el señor obispo. Me parece un tanto desvergonzado pedir en estos tiempos y con lo que está cayendo ese tanto por ciento, por que si el paro me paga 700€ el 10% son 70€ con lo que me queda 630€ de los cuales 540€ son para la hipoteca y el resto 90€ para comer. Pues va a ser que no, señor obispo porque con esos 70€ que les doy a ustedes más los 90€ que me quedan, pues son 160€ que tengo par un par de carros de la compra, eso sí sacándole punta al lápiz y no esturreándome mucho en otras cosas. Pero yo le que le quiero decir desde este humilde blog es lo siguiente: ¿por qué no venden ustedes parte de su patrimonio?¿por qué no venden parte de su oro y plata?¿por qué no se bajan ustedes el sueldo?¿por qué no viajan en coches normales?¿por qué tienen tanta cara dura? Y ya para rematar este asedio a preguntas, ¿por qué tienen tan poca vergüenza? Lo que yo no llego a entender es que hacen con el beneficio tan grande que les han dejado sus feligreses en la casilla de hacienda, que este año ha sido histórico, ¿en qué se lo gasta señor obispo? Pues se lo voy a decir yo: en buenas comidas, invirtiendo en buenas empresas y en bolsa, en buenos coches, en buenas mansiones, en buenos anillos de oro y trajes, en buenos abrigos, en buenos hoteles, en organizar actos que sólo van algunos de los suyos y en muchísimas tonterías que ya nos gustaría saber a todos los españoles, porque que yo sepa, no invierten en su patrimonio porque se lo arregla el estado, no ayudan a nadie excepto en algunas ocasiones, en fiestas donde sus párrocos son pillados haciendo guarrerías, en definitiva que los tres votos que ustedes juran que son CASTIDAD, POBREZA Y OBEDIENCIA lo dejan ustedes para monjas y frailes en los conventos, porque los demás no cumplen con nada, empezando por el que está en Roma y terminando por el último párroco. Y encima tiene la poca vergüenza y la desfachatez de pedirnos el 10% de nuestro sueldo. Vivir para ver, o como se dice vulgarmente: a dios rogando y con el mazo dando. Porque no da ejemplo y empieza usted a donar y ya de camino, para que su alma se purifique, pues vaya a cualquier comedor de cáritas (puede ir con el mercedes y su chofer si lo ve bien) y ayuda a repartir comida, y así la gente puede ser que se lo piense, ¿o no señor obispo? Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogeros como yo. Un saludo
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