Hoy es el último post de la 17 temporada de este blog pecador. Hoy no les voy a colocar nada con respecto a lo que se cuece en nuestro panorama político español, porque la verdad no ha cambiado nada de ayer a hoy, con lo cual es desperdiciar tiempo en cosas que van a seguir igual y que tienen difícil solución mientras tengamos a este montón de moñas haciendo política en este desgraciado país conocido como España, porque de alguna manera hay que llamarlo.
Hoy les voy a contar una historia, se lo pueden tomar como una chulería por mi parte como otra cualquiera. Lo he pensado esta mañana mientras desayunaba en el bar de mi amigo Pacorro. Para qué complicarse escribiendo un post que lo único que va a hacer es encenderme y ponerme de mala leche sin tener necesidad, y menos aun estando las vacaciones tan cerca.
Ahí va esta pequeña historia: Corría el año 1904 y aquella tertulia, que había abierto el gallego Ramón María del Valle-Inclán en el Nuevo Café de Levante, hervía por las noches con la flor y nata de los intelectuales de la Generación del 98 y los artistas más significados, entre ellos Ignacio Zuloaga, Gutiérrez Solana, Santiago Rusiñol, Mateo Inurria, Chicharro, Beltrán Masses o Rafael Penagos. Y aquella tarde noche del 13 de mayo de 1904 el que sorprendió a todos los presentes fue Pío Baroja. Porque cuando se estaba hablando de los españoles y de las distintas clases de españoles, el novelista vasco sorprendió a todos y dijo: La verdad es que en España hay siete clases de españoles… sí, como los siete pecados capitales. A saber:
1) los que no saben;
2) los que no quieren saber;
3) los que odian el saber;
4) los que sufren por no saber;
5) los que aparentan que saben;
6) los que triunfan sin saber,
y
7) los que viven gracias a que los demás no saben.
La lucidez de Pío Baroja llega hasta nuestros días, porque si ustedes ponen al lado de cada clase de español, les sale del alma y sin mucha dificultad, personajes que vemos, mantenemos y aguantamos todos los días dentro de nuestra asquerosa casta política. Esas siete clases de personas, se pueden extrapolar a cualquier nivel de la sociedad, por supuesto que sí, pero en donde más fácil se puede hacer la lista es la asquerosa casta política que tenemos. Pónganse a hacerlo, verán ustedes que fácil sale todo con el simple hecho de acordarse sólo de algunos golfos, maleantes, moñas y mamarrachos políticos. Dejo hasta septiembre el blog, falta me hace desconectar y a ustedes seguramente más. Intentaré no ver ningún medio de comunicación para tener la mente a salvo y disfrutar de las vacaciones. Nos vemos. España, año 2025. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
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